En algún momento iba a pasar.
Y está ocurriendo.
Después de más de una década de funcionamiento bajo un régimen de alta inflación –bordeando la híper en diciembre de 2023– y restricciones operativas por doquier que condicionaban toda su actividad, las empresas argentinas enfrentan una nueva realidad.
Desafiante desde todos los ángulos y sin mucho tiempo para adaptaciones.